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Es perfecto (aunque aún no lo veas) y necesita que lo cuides y lo quieras siempre, sin condiciones. Aquí tienes nueve maneras de hacerlo... Por Sol Camarena Medina.

1. Deja de observar tu cuerpo y empieza a disfrutar de él. Tu cuerpo no es un objeto ni un adorno: tu cuerpo eres tú. Baila, salta, ríe, camina descalza, pisa charcos, túmbate en el suelo y da vueltas. Pinta con los dedos o sobre tu piel, si te apetece. Recupera la alegría de sentir con todo tu cuerpo.
2. Cuida de él aunque lo encuentres feo. La gente cuida de sus bebés y muchos bebés son feos. Relaciónate con tu cuerpo como la harías con un bebé: trátalo como un proyecto en construcción, como una promesa que respira. Descubre cuánto te queda por crecer. Mímate, acepta los besos ajenos y aprende a dártelos tú. Regálale ejercicio, paseos, comida deliciosa y saludable, personas que te llenen, libros interesantes, películas fascinantes , sexo genial.
3. No esperes a amarlo para actuar como si ya lo hicieras. Finge. Sobreactúa. No consientas a nadie que se ría de ninguna parte de ti. Sobrevalora tus logros, prémiate por cada notable como si fuera un sobresaliente , apláudete.
4. Toma conciencia de cómo tu cuerpo sana y cicatriza tus heridas, acumula cada gramo de comida para nutrirte, te lleva allí donde deseas, aguanta sin agua ni sueño, soporta drogas y sustancias.
5. Intenta, poco apoco, dejar de hacerlo daño. Si no puedes mimarlo, al menos deja de herirlo, insultarlo, desnutrirlo. Es difícil, llevará tiempo, pero valdrá la pena. Cúrate las heridas, vuelve a desayunar todas las mañanas, manda callar a tu cabeza cuando te encuentres con tu reflejo.
6. Encuentra las partes de ti que más te gustan. Resáltalas. Subráyalas.
7. Si este mundo le queda pequeño a tu cuerpo, constrúyele otro a su medida. Compra por internet en tiendas que sí tengan tu talla. Vístete para expresarte, para divertirte, para embellecerte; no para esconderte.
8. Aprende a relacionarte de forma natural con tu cuerpo desnudo. Tócate frente al espejo. Duerme desnuda. Quítate el sujetador más a menudo. Acaricia tu pecho plano, o caído, de mujer. Extiende cremas o aceites sobre las partes que más odies de tu cuerpo. Acepta tu desnudez.
9. Desaprende la belleza obligatoria. Explora con libertad tu supuesta fealdad. Y descubrirás que es hermosa.

Lo mejor para la autoestima es el Té.

"Querer ser otra persona es malgastar la persona que eres". Marilyn Monroe.

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¡El Sentir de la Vida!