Las manos son una de las partes del cuerpo que más mostramos y no siempre reciben la atención que merecen. Tenerlas en perfecto estado es posible si se cuidan a diario. Sus grandes enemigos son el agua, el sol, el frío, los productos de limpieza y otros agentes irritantes, que acaban deteriorando la piel. Utilizar guantes para las tareas de la casa y el jardín, lavarlas con agua tibia o fría e hidratarlas con aceites o cremas son pasos básicos para que nuestras manos luzcan impecables. Aparte de proteger la piel, es preciso cuidar las uñas. Dicen mucho de nosotros, por eso, al margen de pintarlas, es fundamental tenerlas sanas.

DEJA DE MORDÉRTELAS...

Es una terrible costumbre. La onicofagia es el nombre técnico que recibe este comportamiento patológico, que paso a formar parte de la lista de trastornos obsesivo-compulsivo en la edición de 2013 del Manual de diagnóstico y estadística de la asociación Americana de Psiquiatría. Pero no se trata de una enfermedad; concienciarse para abandonar este mal hábito es fundamental. Un motivo de peso para reformarse es que en una entrevista de trabajo unas uñas en mal estado pueden llegar a ser motivo de rechazo en la selección de nuestro perfil. Por el contrario, unas uñas bien arregladas muestran seriedad, constancia y perfección, y causarán buena impresión. Otra razón para dejar que nuestras uñas crezcan sanas es evitar enfermedades, ya que cuanto más nos las mordamos, más expuestos estaremos a los gérmenes.

HABLAN DE TI.

La forma redondeada de las uñas da un aspecto más natural, mientras que la cuadrada resulta más seria y formal. En cuanto al color, la elección del esmalte dependerá del aspecto que queramos darle a nuestras manos. Si se prefiere un acabado sencillo y natural, se puede optar por esmaltes transparentes o de colores claros. Los tonos nude consiguen aportar un efecto visual de dedos más largos y estilizados. En cambio, los colores oscuros hacen que las uñas se vean más cortas. Por otro lado, el nail art es una mezcla entre manicura y arte que personaliza las uñas con estampados, colores y texturas que no pasan inadvertidos. Otra opción más clásica es la manicura francesa, que utiliza un esmalte para la base de un color parecido a nuestra uña, pero más brillante, y otro blanco para el borde superior de la uña.

GALENIKA CONSEJO: Busca cremas hidratantes de manos que protejan también las uñas, recuerda que su estado dice mucho de nosotros y sirve de tarjeta de presentación.

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