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El sol es fundamental para la vida y proporciona beneficios reales. Sin embargo, debes hacer un uso escaso de la radiación ya que la radiación UV tiene efectos dañinos en la salud de la piel. Para controlarlos y disfrutar mejor de los beneficios del sol, es particularmente crucial el uso de una protección solar con un alto índice de factor.

El sol es muy beneficioso, por ejemplo, en nuestro estado de ánimo, y en pequeñas dosis (15 minutos al día de exposición), en la síntesis de la vitamina D, indispensable para fijar el calcio en nuestros huesos.

Una alta exposición al sol, puede ser dañino para la piel y puede provocar a corto plazo:

• Quemaduras solares, también llamadas eritemas.
• Manchas en la piel, melasma (paño del embarazo) o vitiligo.
• Fotoinmunosupresión (herpes labialis).
• Fotosensibilidad.

A largo plazo también pueden aparecer efectos dañinos, como la aceleración en el envejecimiento de la piel, indicado por la aparición de manchas, un cutis amarillento, arrugas profundas y pérdida de densidad y elasticidad en la piel. En casos más extremos puede ocurrir la Fotocarcinogénesis (cáncer de piel).

La radiación UVA y UVB: ¿En qué se diferencian y cuál es su efecto en la piel?.

Solo el 5% de la radiación solar que llega a la tierra es radiación UV, pero es muy potente. Mientras la radiación UVC es bloqueada por la capa de ozono, la radiación UVA y UVB llega a la tierra y afectan a la piel.

La radiación UVA tiene lugar durante todo el año e incluso en los días nubosos, y compone el 95% de la radiación ultravioleta que llegan a la superficie de la piel. Al contrario que la radiación UVB, es indolora y puede penetrar muy profundo en la piel hasta llegar a las células de la dermis.

La radiación UVB constituye el 5% de la radiación ultravioleta que llega a la tierra. Es la responsable del bronceado, pero también de las quemaduras (quemaduras del sol), de las reacciones alérgicas y de los cánceres de piel. Es por tanto importante que se proteja la piel tanto de la radiación UVA como de la UVB.

GALENIKA Consejos:

Aquí te damos algunos Galenika Consejos para el cuidado de tu piel bajo el sol:

• Protección por encima de todo!!
• Busca la sombra y evita la exposición al sol durante las horas de más intensidad.
• Aplica la cantidad suficiente de protección solar justo antes de la exposición. Repite la aplicación generosamente y con frecuencia, sobre todo después del baño, de haber sudado o de secarte con la toalla.
• No expongas a los bebés ni a los niños al sol directamente.
• Protégete a ti mismo y a los niños con un sombrero, gafas de sol y una camiseta.
• Elige un nivel de protección adecuado para tu tipo de piel.
• Aunque ya estés bronceado…¡Sigue usando protección solar! Aunque tu piel ya no enrojece, sigue padeciendo los daños de las radiaciones.

También es bueno saber: algunos alimentos ayudan a mejorar nuestra resistencia al sol. Ciertas moléculas naturales como los carotenos, la vitamina C que se encuentra en frutas y vegetales y la vitamina E contribuyen a suplir la protección solar cuando nos exponemos al sol.

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